Detrás de cada producto de Al Grano hay historias, personas, vidas.
Tenemos una relación directa con cada uno de nuestros proveedores y los hemos seleccionado cuidadosamente porque sabemos que cada vez que compramos ELEGIMOS.
Por un lado, podemos enriquecer la gran industria agroalimentaria, con sus muchos intermediarios que no producen nada pero obligan a los agricultores a vender a precios irrisorios.
Por el otro, podemos apoyar a los pequeños productores independientes que, gracias al reconocimiento de su trabajo y a que se les pague un precio justo, pueden seguir haciendo lo más necesario e imprescindible: alimentarnos.
Todo lo que encuentras en Al Grano viene de ellos.